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Aprender a elegir el mejor calzado

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Elegir las zapatillas con las que vas a correr los próximos centenares o millares de kilómetros es una decisión difícil de tomar y mas si te pasa como a mi que al principio no tenia muy claro como funcionaba este mundillo, no sabia que había tanta diferencia de un modelo a otro dependiendo de muchos factores ya sea el tipo de pisada o el ancho de pie, por donde sueles entrenar y algo importante de saber es que una zapatilla adecuada para tu pie puede ayudar a evitar lesiones.


Aquí dejo una pequeña guia para saber de que va todo esto, espero que con estos consejos os resulte mas fácil escoger la mejor zapatilla para vuestro pie.


GUIA PARA ESCOGER UN BUEN CALZADO ADECUADO PARA TI


Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de elegir una zapatilla es para qué la vamos a utilizar, intentando diferenciar sobre la superficie por la que vamos a correr y si las usaremos para entrenar o competir. Según la superficie variaran las suelas, con clavos para la pista y el cross, con relieve pronunciado para trail (montaña), con menos dibujo para entrenar en tierra, asfalto o hierba, o casi lisas en el caso de las de competición en asfalto.


El peso y el sexo son factores que hay que tener en cuenta. Dependiendo de el peso que tengamos y lógicamente nuestro sexo, elegiremos el modelo en cuanto a estabilidad, amortiguación, flexibilidad y peso de la zapatilla, teniendo en cuenta que a mayor grado de protección mayor peso, un apunte importante es que suele haber diferencias de hormas, tallas y colores entre los mismos modelos de hombre y mujer, sin que unas sean mejores que las otras.


Una vez que tengamos esto claro pasaremos a analizar la talla de la zapatilla. El calzado siempre hay que probárselo en los dos pies, pues es habitual tener uno más grande que otro. Las zapatillas no deben quedar ni muy justas ni demasiado holgadas, aproximadamente debe de sobrar como medio centímetro entre el dedo más largo y la puntera. Si la zapatilla queda grande, el pie se moverá en el interior, pudiéndose producir desplazamientos que provoquen problemas de uñas, falta de estabilidad e impulsión, recalentamiento de las plantas, rozaduras y ampollas.










Otra cosa a la que no prestamos mucha atención es el tipo de atadura que hacemos. Según la altura de nuestro empeine nos podrá ir mejor un tipo de atadura u otro: en escalera, cruzados por fuera, cruzados por dentro, saltándonos algunos ojetes, de manera que las zapatillas nos sujeten el pie correctamente, sin causarnos presiones indebidas.










Otra característica importante a tener en cuenta es que debemos prestar atención a nuestro tipo de pisada, es decir, si somos pronadores, neutros o supinadores. En la carrera a pie hay tres fases, primero una de impacto en la que el talón choca con el suelo, una segunda de apoyo, donde la planta del pie está en contacto con el suelo y la tercera fase que es la impulsión, que es cuando los dedos provocan el desplazamiento. La pronación se produce cuando en la segunda fase: el pie se “hunde” hacia dentro. La supinación es la reacción contraria, “hundimiento” hacia el exterior, y la pisada neutra es en la que no se produce ningún hundimiento del pie, siendo el eje del desplazamiento lineal. Con estas cuatro cosas claras podremos pasar por la tienda especializada para elegir nuestras zapatillas. Por cierto sabias que todos pronamos el pie en mayor o menor medida, pues nuestro pie rota hacia el interior, lo que sucede es que sólo llamamos pronadores a aquellas personas que cuando corren giran en exceso el pie hacia el interior. Como he comentado anteriormente nos probaremos las zapatillas en ambos pies, en el más largo nos debe de sobrar como mínimo medio centímetro y como mucho uno y medio. Una vez atadas se tienen que ajustar al empeine sin llegar a ser molestas, pues un empeine suelto da problemas de estabilidad.





CONSEJOS UTILES 


Nunca debemos acudir con prisa a una tienda especializada a comprar unas zapatillas. Escogeremos un día en el que dispongamos de tiempo suficiente para hacer una buena elección. Primero, explícale al vendedor todo lo que has aprendido en este artículo, luego déjate asesorar y después no dudes en probarte un modelo y otro hasta que te encuentres cómodo. No dejes que la prisa te lleve a una mala elección o a una lesión provocada porque una zapatilla te aprieta demasiado. Caminaremos con ellas por la tienda para intentar notar su amortiguación, estabilidad, flexibilidad y ligereza,  intenta percibir si te siente cómodo, comprueba si tienen alguna costura o defecto que te pueda molestar. Otro detalle que no nos puede pasar por alto es que antes de ir a la tienda para comprar nuestras zapatillas hay que hacerlo después de entrenar, pues tendras el pie dilatado, también es importante llevar a la tienda los calcetines que usamos normalmente para correr y probarlas con ellos. Si usas plantillas correctoras sólo debes ponerte zapatillas neutras, pues con ellas no necesitaras más corrección, a no ser que nos lo indique un especialista (médico, podólogo, u ortopeda).


Por último, hay que recordaros que las zapatillas no duran eternamente, la utilidad de un modelo de entrenamiento estará entre los 800 y 1.000 kilómetros, dependiendo del lugar por el que entrenemos y de nuestras características (peso y pisada). En el caso de las de competición la durabilidad se reduce a la mitad.


Espero que os haya servido de ayuda esta pequeña guia.

1 comentario:

Antonio dijo...

Gracias por la ayuda y de paso te felicitarto por el blog.